Supersticiones

Algunas supersticiones han arraigado fuerte en nuestra sociedad y más de una vez nos hacemos la pregunta, ¿que tendrán de cierto? ¿de donde provienen?. En los próximos parráfos vamos a tratar de dar respuesta a todo ello.

Pasar por debajo de una escalera trae mala suerte
Esta superstición cuenta que pasar por debajo de una escalera da mala suerte, hasta el punto que uno elimina toda la posibilidad de casarse durante ese año. Es decir, si alguien, por despiste o intencionadamente por debajo de una, según esto le acabaría de caer un maldición de desgracia.

Esta superstición es muy extensa y existen numeroso métodos para librarse de ella, según los creyentes en la misma, como por ejemplo, cruzar los dedos hasta ver un perro, escupir tres veces a través de los escalones o una vez por encima del hombro derecho, escupir en el zapato y continuar el camino sin volverse hasta que la saliva esté seca. Por inverosímil que parezca, esta superstición no acaba aquí sino que hay personas que incluso evitan coger un objeto a través de los peldaños, pararse en un escalón impar y tantas otras cosas, como escoger escaleras con números impares, saltarse un escalón al subirla para conseguir buena fortuna.
No obstante, el verdadero origen de esta superstición va íntimamente ligado al símbolo cristiano de la Santísima Trinidad.

Romper un espejo trae siete años de mala suerte
Conocida y terrible superstición que rebela que al romper un espejo la persona en cuestión atrae siete años de mala suerte de forma completamente gratuita. Esta creencia es común en todo Occidente cristiano y se sitúa entre las supersticiones más citadas y temidas de hoy día.
Esta superstición tiene un origen mágico ligado a la asociación del espejo y el alma, para la cual se hace.