Hadas y Elfos

Elfos, Hadas y otros espíritus de la Naturaleza en Islandia

En Islandia existe un organismo estatal cuya competencia son las hadas, los elfos y demás espíritus de la Naturaleza. Quienes frecuentan este país lo saben porque figuran en todas las guías de viaje y de hecho, si pedimos información en la oficina de turismo islandesa obtendremos varias direcciones interesantes y de esta forma podremos visitar: la comisionada de los elfos, la escuela de elfos y el museo de elfos entre otras.

En Islandia se cree mucho en los elfos y el que no, suele respetar la creencia e intentar no ponerse a mal con estas mágicas criaturas. Por tanto, en Islandia no se suele ir por un lugar donde se sabe que habitan los Elfos y aquí es donde entra en juego la comisionada de los elfos y su “mapa del mundo prohibido” que recoge datos sobre las viviendas y los caminos de los distintos elfos y hadas para que los que no los conocen los eviten.

Así por ejemplo, el conocido “Alfhóllsvegur” (El camino de la colina de los elfos), entre Reikjavik y Kopavogur, rodea una colina en la que se supone que viven elfos. Aquí fracasaron los intentos de excavar un poco la colina para que el tráfico pudiera circular por ella con facilidad. Además, nadie quería vivir allí. Cuando las autoridades de la ciudad intentaron vender las parcelas, los potenciales compradores se echaron atrás, lo que la propia ciudad aceptó. Aquel terreno nunca más fue ofrecido a la venta y desde entonces la colina de los elfos tiene permanentemente el número 102 del Alfhóllsvegur.

En definitiva, parece que la relación de los humanos con otros seres no esta solo en los cuentos de hadas, sino que es algo que sucede y ocurre hoy día, Islandia con ello brinda un ejemplo a seguir, el ejemplo del respeto.

Las Hadas

El nombre de hada deriva de la palabra en latín «fata» que a su vez deriva de «fatum» destino. Son seres elementales, como los gnomos, las ondinas, los silfos o las salamandras; que habitan prioritariamente en la naturaleza, con la que sienten un gran apego.

Hay muchos tipos distintos de hadas, según, por ejemplo, el elemento con el que se relacionen. Casi todas las culturas las han tenido en cuenta, y han encontrado distintos nombres para ellas; así como distintos tipos. Sin embargo, más allá de la confusión de los nombres, lo que debe importarnos en realidad es que las hadas están ahí, en todas sus especies, y cada una posee, de hecho, su propio nombre.

Las hadas pertenencen al mundo llamado feérico, en el que habitan otros seres parecidos como los duendes o los elfos. Cabe destacar que aunque sea un mundo apenas perceptible para nosotros, es tan real como el nuestro; con el que comparte el espacio.

Esto hace que nosotros podamos interactuar con las hadas, buscar su ayuda y su favor si se lo sabemos pedir; si bien debemos ir con cuidado, dado que algunas leyendas sobre hadas relatan sucesos extraños y adversos. No debemos olvidar que son seres vivos e inteligentes como nosotros; cada uno con su propio carácter, por lo que no conviene faltarles al respeto, tratarlas mal, menospreciarlas o engañarlas. Si lo hacemos, ellas también buscarán el modo de hacernosolo a nosotros.

Cómo Atraer a las Hadas

Aunque son seres que viven en planos distintos al material, también tienen su manifestación en éste en determinados momentos. Es por eso que podemos tratar de atraer la atención de las hadas e incluso su presencia cerca de nosotros.

A las Hadas, del mismo modo que a los elementales, les gusta que se les ofrezca comida y/o bebida aunque su fuente de alimentación sea muy distinta. Las hadas tienen una preferencia especial por el jengibre y la cebada. Si los ponemos en una cesta en nuestro jardín de bien seguro que conseguiremos hacerlas venir. Para que su presencia sea regular y no dejen de venir, deberemos atender regularmente la cesta ya que a parte de disminuir la cantidad de alimentos que hayamos puesto, tampoco podemos dejar que se estropeen.

En lo a que a bebida se refiere, tienen predilección por la leche de vaca; que acostumbran a mamar directamente de la ubre. Pero también podemos tratar de dejar un pequeño vaso con leche (tratando, en lo posible, que sea lo más natural y original que podamos).

Si tenemos un jardín las cosas serán mucho más sencillas, pues las hadas (como la mayoría de elementales y seres feéricos) no acostumbran a acercarse demasiado a las ciudades (a menos que haya alguna gran zona abierta.

Les gustan el tomillo y el trébol de tres hojas, con lo que si los tenemos plantados de bien seguro vamos a conseguir que se sientan más cómodas.

En qué pueden ayudarnos las hadas

Cuando las hadas acuden al mundo material tienen siempre alguna misión que cumplir, casi siempre relacionadas con las experiencias vitales. Ellas dan color a las cosas, como por ejemplo a las flores, hacen vibrar a cada cosa en el color que le corresponde; pues cada color tiene su significado y su poder (pues el color es la manifestación de un nivel de vibración energética determinado).

Por ello las hadas pueden ayudarnos sobretodo a hacer frente a las situaciones de la vida; pueden despertar los niveles de vibración que más necesitemos en algún momento dado para llevar a cabo nuestras tareas.

Se dice, por ejemplo, que Shakespeare estuvo inspirado por las hadas. ¿Qué quiere decir esto? Pues que las hadas inculcaron un nivel de vibración en él que favorecieron su imaginación, su creatividad y sus capacidades para escribir lo que pensaba.
Igualmente pueden ayudarnos a potenciar nuestra memoria haciéndonos recordar cosas, a encontrar calma para hallar la respuesta a un problema al que no encontramos salida, y un sinfín más de propósitos.

Llamar a las hadas y estar a bien con ellas solo va a traernos felicidad. Si las tratamos correctamente y no les faltamos al respeto, podemos estar seguros de que ellas tampoco van a hacerlo con nosotros.

Aprovechemos esta oportunidad para entablar relación con ellas y disfrutar con la ayuda mutua que nos pueden, y les podemos, brindar.