La figura de Ramon Llull (Raymundo Lullo), 1232 – 1315, es una de las más significativas dentro del mundo intelectual y esotérico en la Edad Media. Famoso por su reputación como escritor y alquimista, también destaca por ser una de las grandes figuras del conocimiento en su época. De orígen mallorquín, Raymundo fue considerado filosofo, cabalista, poeta, místico, teólogo, misionero; hasta que fue declarado beato. Se le considera, además, uno de los creadores del catalán literario y una de las primeras personas en emplear las lenguas vernáculas en obras y tratados intelectuales.
La obra completa de este autor se calcula en unos 280 libros, algunos de ellos de gran extensión como «El Árbol de la Ciencia». Buena parte de su carrera estuvo dedicada a combatir el racionalismo imperante, desarrollado en el siglo pasado por otro gran intelectual de la península, Averroes. Para ello se sirvió de un mecanismo lógico creado por él mismo y conocido como Ars Magna o Ars Generalis Ultima; así los postulados y teorías filosóficas o teológicas quedaban organizados en figuras geométricas perfectas (Geometría Divina) mediante el movimiento de las cuales se podía determinar con sencillez la veracidad o falsedad de caulquier afirmación.
Aunque esto supuso el nacimiento de la teosofía, y el sistema se expandó en las universidades peninsulares (entrando incluso en las de Barcelona o Valencia) la Iglesia no terminó de ver con buenos ojos el planteamiendo del mallorquín. Durante el s. XIII la Corona de Aragón conoce distintos enfrentamientos con la Iglesia durante el reinado de Jaime I y sus sucesores a raíz de las conquistas mediterráneas, lo que no contribuye a mejorar la situación. Para Roma la doctrina de Raymundo suponía el peligro de disolver la diferencia entre la verdad natural y la verdad sobrenatural.
Nacido en la recién conquistada ciudad de Palma conquistada por Jaime I, e hijo de una influyente familia de Barcelona, entró en la corte del rey como paje de su hijo Jaime (El futuro Jaime II de Mallorca) del que no tardó en convertirse en tutor. Siguió su ascenso hasta llegar a ser senescal y mayordomo real del infante Jaime. Este es un periodo de su vida previo al ascetismo y su conversión mística.
Es hacia 1267 cuando Raymundo Lullo da su paso hacia el misticismo después de tener visones en sueños, durante cinco noches seguidas, de la figura de Cristo cruficicado en la Cruz. Venderá sus posesiones para adeantar la herencia a su mujer y sus hijos, a los que abandona, y se dedicará a hacer de misionero y al estudio; llegando a entrar, después de un retiro para la meditación, en el monasterio cistercense de La Real, en el que aprenderá latían, gramática y filosofía.
A partir de aquí Raymundo viajará por buena parte de los reinos cristianos de la Europa Occidental difundiendo su doctrina y aprendiendo de otros. Participó en algunas de las reuniones más importantes de su época, como el Concilio de Vienne, en el que, entre otras cosas, se decidió el destino de la Orden del Temple o el inicio de una nueva Cruzada. Aunque no se tengan datos sobre los votos de Raymundo acerca de estos temas, su tendencia y filiaciones llevan a pensar a los historiadores que pudo haber votado en contra de la condena a los templarios.
Sus distintas investigaciones filosóficas y científicas le llevaron a adelantar algunos hechos que tardarían aún algunos siglos en reconocerse. Uno de ellos, quizás el más destacado, es el que nos habla de la Ley de la Gravedad sobre la que podemos encontrar lo siguiente: «Es la piedra movible con movimiento violento o natural: violento cuando se arroja con impulso al aire, y natural cuando desciende, pues entonces se mueve conforme a la gravedad, cuyo movimiento es sensible por la vista, imaginable por la imaginación e inteligible por el entendimiento» («Libro de ascenso y descenso de la inteligencia»; Distinción II: De la piedra; Cap. I: Del Acto de la piedra; nº 8).
Una de las mayores exposiciones del conocimiento de Raymundo, y en las que mejor puede entreverse su formación mística y cabalista, es el ya mencionado libro «El Árbol de la Ciencia». Aquí, en distintos capítulos Raymundo aborda temas como la botánica, la biología, antropología, ética, astrología, angeología, política, cristología, escatología, teología y otros.
Convertido y reconocido ya en su momento como uno de los mayores sabios de todos los tiempos, Raymundo morirá el 29 de Junio de 1315 a bordo de un barco camino de Palma.
Ramon Llull (Raymundo Lullo)
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