Castañas protección mágica

Castañas – Protección Ancestral

Las castañas son un fruto bien conocido desde la Antigüedad Clásica, con una larga tradición en distintas culturas tanto europeas como asiáticas. Se relacionan tanto con la fuerza y el vigor de Júpiter como con el mundo de los muertos, que pertenece a Saturno.

Es por ello que las castañas se convierten en excelentes amuletos al cumplir una doble función. En primer lugar nos aportan la suerte, el vigor y la fuerza de Júpiter en todo aquello que deseemos emprender, y además va a protegernos de todo lo negativo; alejando también de nosotros todas aquellas presencias astrales, espíritus, que no deseemos.

En tiempos remotos las castañas fueron el alimento de los muertos, por ello le pertenecen también a Saturno. Es por eso que nos ayudan a mantenerlos alejados de nosotros; pues con ellas no van a causarnos daño alguno.

Se trata de un fruto excelente para estas fechas de Todos los Santos, ya que esa es una noche en la que existe una especial conexión entre el mundo de los vivos y los muertos. Al comer castañas, nos protegemos y bendecimos nuestro cuerpo con este fruto.Es recomendable comer seis o más castañas, por lo menos, pasadas al fuego.

Si lo deseamos, también podemos ritualizarlas para que sean un amuleto protector para todo el año; recordando que al año siguiente deberemos enterrarlas, devolviéndolas a la tierra a la que pertenecen.

La castaña representa también el fruto que con sabiduría se ingiere en previsión de los tiempos grises que vendrán, es decir, la oscuridad y el frío que llegarán con el invierno.

Místicamente se vincula también con la obtención del éxito después del esfuerzo.

Por su forma arrugada en el interior, las castañas se asocian a la ancianidad, a las arrugas de los años y experiencias vividas, a la evolución de lo espiritual sobre lo material.Simbolizan también la introspección de lo místico.