La Concha del Peregrino

La Concha de Vieira que se entrega al peregrino que ha llegado a Santiago de Compostela tras el Camino de Peregrinación es uno de los símbolos más conocidos, pero también uno sobre los que pesa una mayor incomprensión o desconocimientos.

Significado de la Concha del Peregrino de Santiago

Fácilmente identificable la Concha es un símbolo del que pocos conocen su verdadero significado, el por qué se entrega tras el viaje, o por qué es bueno llevar una colgada. No obstante, la concha fue el símbolo del peregrino que había culminado su viaje a Santiago desde la Edad Media hasta fechas cercanas a nuestros días; en los que ya no entrega concha alguna.

La concha se colocaba en el sombrero y en la capa del peregrino, y su simbolismo es variado; pero siempre con una constante común.
Si hacemos caso a la tradición religiosa, ésta nos dice que la concha se asemeja a la forma de los dedos y que es como si Dios posara su mano sobre nosotros. Es, entonces, símbolo de las buenas obras en las que el peregrino debe perseverar en el Camino, así como en el camino que es la vida.

La concha del peregrino en la tradición mágica

En la tradición mágica existen dos explicaciones más que vienen no a contradecir la anterior, sino a complementarla y ampliarla.
La primera de ellas nos asemeja la concha a la palma estilizada de una oca; que para muchas culturas ha sido, y sigue siendo, un símbolo de reconocimiento iniciático. De esta manera se simboliza que el Camino es en sí mismo un rito iniciático que nos adentra en los senderos de Dios.
Por último, la concha es un símbolo relacionado desde la antigüedad con la diosa griega Afrodita (la romana Venus) que emergió del mar sobre un concha de vieira; tras nacer en el mismo mar. Se relaciona aquí con el renacimiento, la resurrección después de la muerte del ego y el nacimiento del verdadero Yo (el Yo interior).

En conjunto, la concha representa la aceptación de Dios por parte de la persona y su compromiso de hacer el bien y seguir por el camino de la rectitud, el recorrido que la persona ha hecho para llegar hasta este punto y su renacimiento a su verdadero yo producido al aceptar a Dios.

Durante la Edad Media y en los tiempos posteriores la venta de conchas de vieira estuvo prohibida por la Iglesia más allá de los muros de la ciudad de Santiago, bajo la pena de excomunión. Hoy en día, sin embargo, es sencillo encontrar este símbolo, amuleto, en cualquier ciudad del mundo, tanto en sí como en representaciones en madera o metales varios.

Virtudes de la concha del peregrino

Aunque la persona no haya hecho nunca el Camino, la Concha es un símbolo que puede llevarse para potenciar sus cualidades en nosotros. Nos va a ayudar a ser firmes en nuestra voluntad de cumplir la voluntad del Eterno, a enderezarnos y a no desfallecer por duro que sea nuestro camino.

Si le damos fuerza, será excelente y nos acompañará siempre. Lo ideal será colgarlo cerca del corazón, ya que hoy en día se hace más complicado llevarlo en la cabeza, para que sus propiedades estén cerca del mismo.